EZ denuncia por alarmista y carente de rigor la declaración de emergencia cinegética por el ciervo en el entorno de La Culebra

Fotografía libre de derechos.

La emergencia cinegética declarada por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de C y L, que afecta a trece municipios de la provincia de Zamora y que autoriza la caza de un total de 223 ciervas, constituye, para Ecologistas Zamora, una medida alarmista y sin rigor que no se basa en datos avalados por un censo poblacional ni tampoco por estudios científicos sobre la evolución de las poblaciones de ciervos en la Sierra de la Culebra.

El impacto real en la regeneración de la vegetación que se ha producido en la sierra después de los incendios tampoco ha sido evaluado o dado a conocer públicamente, al igual que hay una ausencia total de información contrastada sobre los daños en los cultivos.

Los únicos datos disponibles a día de hoy son las valoraciones realizadas en la Sierra de la Culebra por parte de la guardería (celadores y agentes medioambientales) que estiman la población de ciervos en torno a 1.700-1800 ejemplares, y que consideran estable.

Por tanto, esta declaración de emergencia de la Junta es, una vez más, un intento de respuesta de carácter electoralista, derivada de las presiones de los sindicatos agrarios que, como ha ocurrido en otras ocasiones, se quejan de los daños que puedan ocasionar estos ungulados en los cultivos. Pero en realidad es solo una forma de crear confusión y mantener la apariencia de que se toman decisiones, aunque sin conocer ni el alcance real de los daños en los cultivos ni los censos de hembras de ciervo implicadas en el proceso.

Para Ecologistas Zamora se trata de una medida acientífica y peligrosa, ya que además deja en suspense la crianza y supervivencia de los cervatos que en estos momentos y durante al menos el primer año son absolutamente dependientes de las madres que ahora se pretenden cazar.
Por otra parte, esta declaración de emergencia cinegética entra en contradicción con la decisión promovida por la Junta de Castilla y León de permitir en breve la caza del lobo, que precisamente constituye la herramienta natural de control numérico y sanitario de las poblaciones de ciervos, cuya salud favorece. No tiene sentido por tanto que, en el hipotético caso de que los ciervos constituyeran un problema real, se intente acabar con sus depredadores naturales.

En definitiva, la Junta de Castilla y León pone en evidencia una vez más su clara dejación de funciones como responsables del Medio Ambiente al permitir que la gestión de la biodiversidad quede en manos de las opiniones de los sindicatos agrarios.

En este sentido, Ecologistas Zamora recuerda que la PAC establece para los beneficiarios obligaciones medioambientales, entre las que se encuentran «la prevención y reparación de los daños causados a los bosques por incendios», «regímenes en favor del clima y el medio ambiente», «compromisos medioambientales y climáticos» o «forestación y creación de superficies forestales», requisitos que también ellos deben cumplir para acceder a las ayudas europeas y que implican un mantenimiento de los ecosistemas de manera integral y no solo en beneficio propio.

En resumen, esta emergencia cinegética no solo no obedece a informes rigurosos sobre la afección real de los ungulados silvestres en los cultivos de los pueblos perjudicados de la Sierra de la Culebra o los cercanos a ella, sino que cuando finalice el plazo previsto de la misma, tampoco es previsible que cuente con datos reales sobre la incidencia real de tal medida, habida cuenta de que en realidad los cazadores no suelen estar interesados en las hembras como piezas cinegéticas, sino más bien por los machos y sus cuernas.

Zamora, 25 de junio 2025

NDP Ecologistas Zamora considera “lamentable” la gestión del ciervo en la provincia

Acusan a la Junta de mantener cupos de caza en época de celo y sin evaluar el impacto real de la EHE en las poblaciones de la especie.

Un año más, la Junta de Castilla y León ha autorizado la caza del ciervo en berrea y, durante las tres últimas semanas, centenares de machos de esta especie han sido abatidos en diferentes cotos y en la “Reserva Regional de Caza Sierra de la Culebra”.

Como ya hemos denunciado en varias ocasiones, este modelo únicamente busca la obtención de trofeos de grandes ciervos y olvida por completo la importancia de estos animales como reproductores. De hecho, los venados de mayor tamaño y con cuernas bien desarrolladas (caracteres normalmente asociados a buena salud y condición corporal) son los abatidos por los cazadores. Además, muchos machos se capturan sin que hayan podido copular con las hembras, limitando completamente la transmisión de su genética a las futuras generaciones.

Esta situación se agrava si tenemos en cuenta que, estos ejemplares, aparecen brutalmente decapitados y convertidos en despojos, una situación que alarma a muchos vecinos de diferentes zonas de la provincia que, en los últimos días, han contactado horrorizados con esta organización.

Por otro lado, resulta muy grave que la propia Junta haya permitido la caza de esta especie en las zonas afectadas por los incendios acaecidos en 2022 y que asolaron casi 60.000 hectáreas (35.000 dentro de la “Reserva de Caza Sierra de la Culebra”). Lo lógico hubiera sido prohibir esta actividad durante cinco años (como lo exige la legislación de Montes), favoreciendo así la recuperación de las poblaciones faunísticas afectadas por el fuego, pero la presión electoralista ha justificado, una vez más, la adopción de estas medidas inapropiadas.

Pero esta anacrónica situación no acaba aquí y se ha agravado durante el último mes. Sin datos rigurosos referentes al impacto de la Enfermedad Hemorrágica Epidémica (EHE) en la provincia y, a pesar de las constantes alarmas y de la elevada mortalidad detectada por vecinos y por el propio personal de la Administración, el Servicio Territorial de Medio Ambiente ha permitido los cupos de caza de ciervo establecidos meses antes. Permitir la caza en un contexto de elevada mortalidad por enfermedades, supone una enorme irresponsabilidad porque la suma de las dos causas puede acarrear problemas graves en la población. Lo lógico y esperable, hubiera sido la adopción por la Junta de Castilla y León, de medidas prudentes, prohibiendo la caza y evaluando el impacto real de las enfermedades. Pero una vez más, las presiones electoralistas han tomado protagonismo frente a la coherencia y la protección de la biodiversidad.

FOTOGRAFÍA:  Macho de ciervo abatido a tiros y decapitado para llevarse el trofeo

Zamora, a 3 de octubre de 2024