Ecologistas Zamora expresa su alarma ante el entusiasta apoyo del alcalde de San Cebrián de Castro a la instalación de una macroplanta de biometano en el pueblo, un proyecto que condicionará el futuro y la calidad de vida de unos vecinos que ya sufren las consecuencias de la contaminación de sus aguas por nitratos.
Ecologistas llama a los vecinos de San Cebrián de Castro y de todas las localidades próximas a las redes de gasoductos que atraviesan la provincia (Salamanca-Zamora-Benavente y Zamora-Toro-Tordesillas) para que se informen adecuadamente frente a la propaganda interesada de las empresas.
Tal como viene avisando Ecologistas Zamora, van saliendo a la luz poco a poco nuevos proyectos de macroplantas de biometano no en las inmediaciones de los dos gasoductos que recorren nuestra provincia, el que viene de Salamanca y pasa por Zamora y Benavente, y el que va de Zamora hacia Valladolid pasando por Toro.
El nuevo proyecto del que Ecologistas Zamora ha tenido conocimiento a través de los medios, es el de San Cebrián de Castro. No se conocen públicamente los detalles, pero Ecologistas Zamora quiere expresar su alarma ante el acrítico entusiasmo manifestado por el alcalde de la localidad, que ha asumido con parabienes todas las bondades “vendidas” por la empresa, sin tener en cuenta la cara B del “regalito”.
Los vecinos de la localidad ya saben lo que es sufrir altos niveles de contaminación por nitratos en sus aguas. Deben saber que entre los graves inconvenientes de este tipo de instalaciones está la multiplicación de estos riesgos con el manejo de enormes cantidades de lodos. En estas condiciones resulta poco menos que un un delirio la insistencia del alcalde en la fijación de la población que atribuye a estas sucias instalaciones. Solo hay que echar un vistazo a las estadísticas.
Por todo ello, Ecologistas Zamora hace un llamamiento, tanto a los vecinos de San Cebrián de Castro, como a los de cualquiera de las localidades próximas a los gasoductos, donde aterrizarán en los próximos meses muchas de estas empresas, para que se informen adecuadamente, y así poder valorar y decidir correctamente sobre algo que va a condicionar el futuro de la localidad y la calidad de sus vidas.
Las empresas ofrecen en forma de caramelos las enormes ventajas para el pueblo, pero no les informan de sus perjuicios en forma de olores, consumo de agua, tráfico de grandes camiones con basura por los caminos de la localidad, y riesgos en forma de contaminación de acuíferos, aguas superficiales y tierras próximas, por no hablar del efecto llamada para la instalación de nuevas macrogranjas porcinas.
Tampoco les informan suficientemente sobre el abundante residuo que se produce en estas instalaciones, un pestilente lodo que tienen que gestionar de alguna forma, y que, como el purín, poco tiene que ver con un fertilizante.
Ante este panorama, Ecologistas Zamora, sin otro interés que el de velar por la calidad del medio y de nuestras vidas en él, alerta y ofrece su ayuda a los vecinos de todos estos pueblos para ayudarles a valorar los pros y los inconvenientes antes de permitir estas instalaciones en sus pueblos.
Partiendo de una postura de máximo respeto a la opinión y a los legítimos intereses de los propietarios de parcelas en Villardeciervos, desde esta organización se considera que la concentración parcelaria solicitada para esta localidad es incompatible con la conservación de los numerosos valores culturales y naturales de una zona de alto valor ecológico y que, además, está incluida íntegramente dentro de la Reserva de la Biosfera transfronteriza Meseta Ibérica y, parcialmente, en la Red Natura 2000.
Desde un punto de vista técnico, este tipo de infraestructuras (que se siguen realizando en el noroeste de la provincia) siguen patrones de «ancha es Castilla», sin tener en cuenta las peculiaridades morfológicas del paisaje donde se aplican y llegan tarde a unas zonas donde el rendimiento agrícola es escaso. De hecho, pretenden implantarse en un término municipal, el de Villardeciervos, medio siglo después de que el éxodo rural vaciara el entorno de potenciales agricultores y ganaderos y, en un contexto donde los valores naturales son un motor importantísimo para el turismo de ocio y naturaleza. Además, la presencia del sector primario ya es casi anecdótica.
Por experiencia de lo ocurrido en una zona colindante (término municipal de Manzanal de Arriba, en Codesal), la concentración parcelaria realizada hace unos años ha generado múltiples y graves impactos. Por ejemplo, la apertura 28 nuevos kilómetros de pistas de una anchura excesiva ha ocasionado un fuerte impacto visual que es patente desde varios kilómetros de distancia, ha destruido numerosas paredes de piedra seca y, además, ha favorecido el acceso de vehículos a sitios tradicionalmente tranquilos, lo que implica el riesgo de atropellos, fragmentación del hábitat y molestias a la fauna, además de un mayor riesgo de acceso de furtivos de ciervos. En Codesal también se han destruido y fragmentado numerosas hectáreas de hábitats de interés comunitario, como las diferentes comunidades de brezales o se han retirado decenas y decenas de robles. Como consecuencia de la concentración parcelaria realizada en Codesal, muchas zonas de alto valor ecológico se han transformado completamente en repoblaciones de pinos (especies pirófitas que pueden contribuir al desarrollo de nuevos incendios forestales) que han sido valladas por empresas forestales con dinero público, generando consecuentemente fragmentación del hábitat para la fauna; muchos de estos vallados, caídos al suelo tras deteriorarse sus estacas de madera o quemados tras el incendio, permanecen sin que nadie los recoja. Todo esto sin contar los numerosos robles centenarios que fueron talados bajo una u otra excusa.
Tampoco podemos olvidar que a los múltiples impactos ambientales y visuales que pudieran ir asociados a la construcción de estas infraestructuras se sumarían a los numerosos problemas asociados a los incendios del pasado 2022, al abandono de las minas abiertas de pizarra sin restaurar en la zona o de rehabilitación de minas hacia la abierto de pizarra, o a la ya importantísima red de pistas forestales y caminos agrícolas.
Por todos estos motivos, consideramos que seguir realizando concentraciones parcelarias en zonas como Villardeciervos (extrapolable a todo el oeste zamorano), es una medida populista pero errónea, que apenas tendrá efectos prácticos en la fijación de población o respecto a rendimientos económicos y que irá asociada a numerosos impactos visuales, culturales (en la arquitectura seca) y ambientales (improcedentes en un contexto de la crisis de la biodiversidad). Por el contrario, podría ser contraproducente para una nueva cultura económica que está a surgir en el medio rural, basada en el respeto al medio ambiente.
Fotos propias: Camino de concentración en un hábitat de interés comunitario en la Sierra de la Culebra
Nota de Prensa enviada a los medios el 12 de marzo de 2024
La Confederación Hidrográfica del Duero ha autorizado unas obras en la orilla del Duero a su paso por Villaralbo que suponen una profunda intervención en los ecosistemas y en el paisaje de la zona. De hecho, la construcción de este área de pesca deportiva se está realizando en un área protegida por la Unión Europea (incluida en la Red Natura 2000 como ZEC, Zona de Especial Conservación).
En la zona están presentes más de 200 especies de vertebrados, la mayoría considerados de interés especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, entre ellos el galápago europeo que está incluido como vulnerable. Además resultan seriamente afectadas varias especies incluidas en el Libro Rojo de las Aves de España, especialmente el martín pescador (en peligro).
Las obras de esta infraestructura dedicada a la pesca deportiva en el río Duero están promovidas por el Ayuntamiento de Villaralbo y se están financiando gracias al apoyo económico de la Diputación Provincial de Zamora (que ha aportado 300.000 euros) sin importarle la protección de los ecosistemas ribereños.
La actuación supone instalar 140 puestos de pesca, plataformas de madera ubicadas en las orillas de 1,60 m de ancho por 2 metros de longitud y ancladas sobre zapatas de hormigón de 6 metros de profundidad.
Por si esta intervención no fuera suficientemente dura para la biodiversidad de una zona sensible desde un punto de vista medioambiental, el impacto se acentúa con el acondicionamiento de caminos de acceso y la realización de tramos nuevos de tres metros de ancho para llegar a los previstos de pesca. Esta actuación ha supuesto la corta de numerosos árboles (en lo que eufemísticamente se denomina “limpieza y desbroce”).
La creación de este área dedicada a la pesca deportiva va a favorecer, además, el acceso de decenas de vehículos a la zona, lo que aumenta un riesgo de atropellos para la fauna de menor movilidad (anfibios y reptiles), molestias a la fauna en general y un previsible aumento de residuos.
Desde Ecologistas Zamora consideramos que la actuación en su conjunto va a suponer un fuerte impacto en las riberas del río Duero sin que las administraciones, que deberían velar por su conservación, actúen en consecuencia.
Según testimonios recogidos por Ecologistas Zamora de los vecinos de la zona, el Ayuntamiento se propone destruir completamente el trazado de la cañada a su paso por las localidades de Linarejos y Pedroso de la Carballeda para convertirlo en un paso alternativo de tráfico pesado.
Según estos testimonios, las obras implican la conversión de la Cañada en pistas aptas para la circulación de camiones, para lo cual se está utilizando relleno de zahorra proveniente de otras actuaciones. De esta manera, maquinaria al servicio del ayuntamiento viene trabajando desde hace días en plena Cañada, con la supervisión del propio alcalde.
Las cañadas reales son de uso tradicional en la trashumancia, fueron reguladas por edicto real de Alfonso X el Sabio en 1273, siguiendo trazados usados desde muy antiguo. La Cañada Real Zamorana bordea la frontera con Portugal iniciándose en las montañas de Sanabria y terminando en Olivenza y Alburquerque, en Badajoz. En la actualidad las Cañadas Reales están consideradas patrimonio histórico único en Europa y en el mundo, y son un activo turístico de interior.
Para Ecologistas Zamora, estas actuaciones suponen una agresión severa sobre el medio natural, pues además de atentar contra el Patrimonio implican el aumento de atropello de la fauna y la colisión con el hábitat de especies protegidas. En concreto, la zona intervenida forma parte de la Reserva Sierra de la Culebra, una zona de especial protección y ya muy dañada con los grandes incendios de 2022. Además, forma parte de la Reserva de la Biosfera.
Además de la intromisión que supone la apertura de nuevas vías para el tránsito de vehículos, hay que tener en cuenta que sin una regulación adecuada, se facilita el acceso a áreas muy sensibles dentro del ecosistema de la Culebra, pudiendo facilitar el furtivismo y otras prácticas no deseadas. Ecologistas Zamora ha denunciado los hechos ante Patrimonio de Castilla y León y espera una respuesta.
Ecologistas Zamora alerta de la nueva invasión de macroinstalaciones de biometano. Estos proyectos vienen a reforzar el extractivismo que hace de nuestra provincia una neocolonia.
Ecologistas llama a los vecinos de localidades próximas a las redes de gasoductos que atraviesan la provincia (Salamanca-Zamora-Benavente y Zamora-Toro-Tordesillas) para que se informen y organicen.
En la misma línea de las burbujas de las macrogranjas y de las macrorrenovables solares y eólicas, y en paralelo con los proyectos de Hidrógeno verde y minería a cielo abierto, llegan a nosotros con los trajes del mejor greenwashing las macroplantas de biometano. Llegan dopadas por el maná de las subvenciones europeas. Se trata de un paso más para convertir nuestra provincia en un estercolero, una neocolonia de la UE vaciada de población.
Han sido precisamente las subvenciones las que han convertido un sector rechazado por la patronal porcina como no viable económicamente para sus purines, en un gran negocio por el que pujan las grandes corporaciones energéticas y los principales fondos de inversión.
El biometano no es otra cosa que el biogás mejorado en su porcentaje de metano para resultar similar al gas natural. Por eso resulta fundamental instalar las plantas de producción en la proximidad de la red de gasoductos, que atraviesan Zamora en los ejes Salamanca-Zamora-Benavente, y Zamora-Toro-Valladolid.
Biogás y biometano se elaboran a partir de basura orgánica mediante un proceso de fermentación en condiciones anaeróbicas (sin oxígeno). El residuo es un pestilente lodo llamado digestato, que nada tiene que ver con el estiércol o el compost.
Las posibles basuras orgánicas a utilizar en nuestra provincia serán fundamentalmente los residuos de la ganadería industrial -purines y gallinaza-, los lodos de las depuradoras, los residuos de mataderos e industrias alimentarias, y en algunos casos cultivos energéticos o desechos agrícolas.
Aunque la tecnología no es nueva y se viene usando en algunos lugares para su aprovechamiento energético en forma de calor en las propias instalaciones, ha sido a raíz de la guerra de Ucrania cuando la Unión Europea puso en marcha el Plan REPowerEU, donde se establece un Plan de acción sobre el biometano con incentivos financieros para aumentar de forma espectacular su producción.
El anuncio de esta piñata de fondos es el responsable de que en Castilla y León, que cuenta con solo dos plantas en su territorio, las grandes empresas se froten las manos y hablen de nada menos que 520 plantas de biometano en la Comunidad. La propia Junta está elaborando un Plan Estratégico del Biogás en el que la ganadería industrial tendrá un protagonismo fundamental.
En lo que hace a Zamora, se conocen varios proyectos en distinto nivel de elaboración. El más adelantado, del que han dado noticia los medios, es el de Cerecinos de Campos. Entre el secretismo con el que se está gestando esta burbuja, Ecologistas Zamora tiene noticias de otros en elaboración en El Cubo del Vino y Granja de Moreruela, donde ya está en marcha también una planta generadora de hidrógeno verde. En Villalube la empresa soriana Solarig hizo una jugosa oferta en firme por unos terrenos en la linde con Matilla la Seca, pero sus propietarios desistieron por motivos éticos y por los graves perjuicios que supondría para ambos pueblos.
Y es que las consecuencias negativas de estas instalaciones todos los promotores las esconden, envolviendo sus proyectos de un impostado greenwashing -lavado verde-.
Las principales repercusiones de esta nueva burbuja son:
– Se parte de priorizar en exclusiva los beneficios empresariales a costa del bienestar de las comunidades afectadas. Para estas grandes compañías nuestra tierra es sólo un lugar donde extraer recursos y ganar dinero.
– Estas instalaciones procesan basuras contaminantes de las ciudades y de las macrogranjas en un radio de 30 minutos de transporte por camión. Esto supone un tráfico incesante de camiones de gran tonelaje deteriorando caminos y carreteras.
– Dado su carácter “macro”, estas instalaciones no se limitarán a las macrogranjas existentes, sino que actuarán como un efecto llamada para nuevas instalaciones.
– Aún así, el biometano no es viable económicamente sin fuertes primas, subvenciones o tarifas especiales. Cuando se acaben dejarán nuestras tierras llenas de ruinas y chatarra.
– Si ya las macrogranjas porcinas exigen un elevado consumo de agua en zonas con acuíferos sobreexplotados, estas instalaciones no se quedan para atrás en sus propias demandas de agua.
– La gestión de la gran cantidad de residuos que se producen genera muchos problemas, con enormes riesgos de afección a los acuíferos y aguas superficiales de la zona.
– Si a esto unimos los muy escasos nuevos empleos que se generan en la zona, y que los vecinos no se benefician para nada del gas producido, pero sí que estarán expuestos a insoportables y tóxicos olores, el empeoramiento de las condiciones de vida y medioambientales acelerará aún más el vaciamiento rural.
Desde Ecologistas Zamora sabemos por experiencia que la mejor forma de parar estas invasiones es en sus fases iniciales, cuando aún no se han cerrado los contratos o iniciado las obras, lo que explica el secretismo con el que se están acelerando los trámites en los últimos meses y semanas.
Por eso hacemos un llamamiento a los vecinos para que antes de tomar una decisión se informen, se unan en plataformas y organicen actos explicativos con personas y organizaciones independientes. Que no sea su silencio el que facilite que estos proyectos tan nocivos para el medio rural sigan adelante sin cortapisas.
Que no nos engañen las empresas, que una cosa son las pequeñas instalaciones para el aprovechamiento de los residuos de pequeñas comunidades o instalaciones agrícolas y ganaderas, produciendo biogás para esas mismas instalaciones, algo a lo que se negaban hasta ahora los promotores de macrogranjas, y otra muy diferente son estos grandes proyectos para captar subvenciones y dejar en los pueblos lodos contaminantes, malos olores y chatarra industrial a la vuelta de unos años.
Lo mismo que ocurre con las macroinstalaciones eólicas y fotovoltaicas, lo que necesitamos es un enfoque verdaderamente sostenible que proteja el medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales, y que se frene la conversión de nuestros pueblos y nuestro patrimonio natural en tierra de sacrificio de la que extraer beneficios y recursos dejando detrás una estela de despoblación, contaminación y destrucción ambiental.
Estas infraestructuras, subvencionadas por la Diputación, favorecen el uso privativo de terrenos comunales y los accidentes de tráfico con grandes ungulados.
La Diputación de Zamora, mediante una línea de subvenciones, está promoviendo la instalación o renovación de cercados ganaderos en los pastos comunales de algunos municipios de la provincia. En ocasiones, las adjudicaciones de explotación de estos terrenos se están asignando a un ganadero en concreto y por ello, podrían ser contrarias a la ley pues limitan el uso comunal para todos los vecinos y convierten los comunales en aprovechamientos privativos. Además, la instalación de estos vallados en el interior de espacios protegidos, como la Sierra de la Culebra (incluida en la Red Natura 2000 y en la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica) limita los movimientos de la fauna silvestre y fragmenta su hábitat.
En este contexto, en las últimas semanas se ha instalado un nuevo vallado ganadero de varios centenares de metros de longitud y casi dos metros de altura en el borde norte de la carretera ZA-P-2639, al comienzo del tramo Sagallos-Codesal. Desde esta organización entendemos que esta infraestructura pretende limitar el acceso del ganado mayor a la carretera, pero las características y el diseño del vallado (altura y colocación de los cuadros metálicos en la parte inferior) limitan completamente el movimiento de vertebrados terrestres con un tamaño mayor al de una rata.
De la misma manera y como ya ocurrió el pasado domingo 10 de diciembre, este vallado cercenó los movimientos y la huida de los ungulados (ciervo, corzo y jabalí) y de los carnívoros (lobo, zorro, etc.) involucrados en una cacería organizada en la zona. Además, esta nueva barrera física que limita el cruce de fauna desde los terrenos de la Reserva de Caza de la Culebra hasta el río Tera, va a obligar a muchos animales a caminar junto al vallado buscando una salida o a permanecer más tiempo en la carretera, lo que supone un importante riesgo de accidentes de tráfico.
Por todos estos motivos, se ha solicitado información sobre esta situación a la Diputación de Zamora y se ha informado de estos hechos a la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Zamora.
Las asociaciones Ecologistas Zamora y Ecoloxistas en Acción Galiza Atlántica e Verde denuncian ante el Colegio de Periodistas la desaparición en internet de informaciones críticas con la Confederación de Ecologistas en Acción tras abandonar la entidad
Numerosos socios de ambos colectivos han alertado de que piezas informativas publicadas inicialmente en el fin de semana en EFEVerde o La Vanguardia han desaparecido, mientras que otro medio como eldiario.es en su edición castellanoleonesa ha variado de manera torticera su versión al menos en tres ocasiones en un mismo día, sin indicar los motivos de los cambios realizados tal como sería preceptivo a nivel profesional y sin contactar con la fuente original.Esta circunstancia, sin embargo, no se ha producido en medios de carácter provincial en Zamora.
Por este motivo, tanto Ecologistas en Acción Zamora como Ecoloxistas en Acción Galiza Atlántica e Verde han decidido cursar las respectivas denuncias aportando las pruebas correspondientes a los colegios profesionales de periodistas de Castilla y León y Galicia ante la gravedad de los hechos referidos.
Ambas entidades desean expresar su profunda preocupación ante lo que a todas luces es un acto de manipulación informativa relativa a la cobertura del conflicto en el seno de Ecologistas en Acción, algo que sin duda genera confusión entre la opinión pública y ha obstaculizado de manera interesada los esfuerzos de ambas organizaciones por explicar uno de los motivos principales de su partida, como es la tibieza con la que se está tomando en el seno de la organización confederal el despliegue de macroproyectos renovables abusivos, como parques eólicos y solares.
Tanto Ecologistas Zamora como Ecoloxistas en Acción Galiza Atlántica e Verde reiteran su compromiso con la difusión de información veraz, instando en este sentido a los medios de comunicación a asumir su responsabilidad con la difusión de información fiable y objetiva, también en lo que respecta en la relación interna o externa de organizaciones ambientales. Por eso instan a los medios de comunicación a asumir su tarea de servicio público y no ceder a presiones que menoscaben la integridad de la información que la sociedad recibe.
APOYO INCONDICIONAL DESDE ZAMORA A LA ASOCIACIÓN GALLEGA (ECOLOXISTAS EN ACCIÓN GALIZA ATLÁNTICA Y VERDE).
Ecologistas Zamora quiere expresar, por otra parte, su total apoyo a la organización gallega, que está soportando una inaceptable campaña de acoso y derribo por parte de la denominada «Federación Galega de Ecoloxistas en Acción».
Conviene recordar públicamente que mientras la Federación Galega de Ecoloxistas en Acción, que ahora se autoproclama como única delegación posible de la organización central, fue creada el 12 de mayo de 2023 con NIF G13850771, y la Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza existe desde hace años, constituida en asamblea en 2019 y registrada por Resolución administrativa del 19 de junio de 2020 en la en la Sección Primera, código 2020/24153-1, y con NIF G70601091.
Esta asociación operaba desde 2019 con normalidad y sin ningún tipo de conflicto con la organización confederal hasta el momento en el que manifestó, de igual modo que se estaban manifestando un buen número de plataformas a nivel estatal, su oposición a la eólica marina. Por contra, una minoría de Ecologistas en Acción, tanto a nivel nacional como en en Galicia, decidió apoyar la eólica marina de manera decidida según manifestó en su momento Cristóbal López Pazo, actual portavoz de la que se ha dado en llamar «Federación Galega de Ecoloxistas en Acción» expresando públicamente que «nuestra postura es de sí a a la eólica marina offshore». Tal divergencia es el origen del conflicto que finalmente ha derivado en la salida de una entidad que agrupa a bastantes más de un centenar de socias y no «cinco persoas que hai tempo que deixaron o grupo galego», como falsamente se ha publicado en algunos medios.
Desde entonces, el sainete ha ido a más hasta llegar al punto en el que nos encontramos a día de hoy, en el que la Federación Galega de Ecoloxistas en Acción, con Cristóbal López al frente -también es el de responsable de prensa de Ecologistas a nivel nacional- ha recibido en varios de sus miembros una demanda judicial por violentar la sede de la Cámara Oficial Minera de Galicia en A Coruña en un incomprensible acto de imitación de organizaciones de mayor calado, ya que un grupo de miembros de la Federación, ataviados con chalecos de la Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza, irrumpieron sin autorización en la sede empresarial. Una usurpación de identidad que Ecoloxistas en Acción Galiza ya tiene denunciada.
Ecologistas Zamora denuncia ante la Fiscalía de Castilla y León la Resolución por la que se dejaba sin efecto la suspensión de caza en los montes afectados por los grandes incendios forestales de 2022 en la provincia de Zamora.
La Resolución, que era de carácter general, afectó a 71 cotos privados de caza y a la totalidad de los terrenos quemados de la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra.
La asociación se acoge a la propia ley de Montes de Castilla y León en la que se dice expresamente que los aprovechamientos ganaderos y cinegéticos en los montes que hayan sido objeto de un incendio quedarán suspendidos de manera automática y que la consejería competente en materia de montes podrá autorizar el levantamiento de dicha suspensión solo cuando se acredite la compatibilidad de los aprovechamientos con la regeneración del monte incendiado y con la restauración del hábitat y supervivencia de las especies de flora y fauna silvestre.
Para la asociación ecologista, el proceder de la administración ha sido tan chapucero que no consta en la Resolución, ni tan siquiera, una descripción de los incendios ni de los terrenos afectados. No explica qué incendios se han tenido en cuenta y cómo han sido evaluados, ni tampoco una clasificación razonable por tipos de aprovechamiento, de lo que cabe deducir que no hubo ningún criterio técnico.
Para Ecologistas Zamora, se trató de autorizar de forma arbitraria el aprovechamiento cinegético en los terrenos quemados en los grandes incendios de la provincia de Zamora del terrible verano del año 2022, unos incendios que afectaron a una superficie próxima a las 70.000 hectáreas, pues la suspensión no solo afectó a los terrenos de los 2 grandes incendios de la Sierra de la Culebra, que suman casi 60.000 hectáreas, sino también a los que afectaron a los términos de Roelos de Sayago, Figueruela de Arriba, y de Hermisende y de Lubián.
Cabe recordar que los incendios forestales son una catástrofe ambiental con efectos devastadores sobre la biodiversidad y que por tanto, y así está legislado, una vez han sucedido es prioritario proteger a las especies de flora y fauna silvestre. La falta de motivación en la suspensión de esta protección en beneficio de la caza podría considerarse prevaricación.
La Resolución no solo resulta administrativamente inaceptable -y por tanto debe considerarse nula de pleno derecho-, sino que podría haber sido dictada a sabiendas y con conocimiento pleno de su ilegalidad, tal y como ha denunciado la asociación.
Hay una ausencia absoluta de cualquier informe técnico en el expediente, pues en él no constan informes de los Agentes Medioambientales que evalúen los daños producidos por el incendio de cara a valorar el posible levantamiento de la suspensión, lo cual implica que no hay datos objetivos ni criterios técnicos de ningún tipo que permitan formar un juicio y motivar la actuación de este Órgano de la Administración Ambiental.
El primer requisito que hubiera sido imprescindible es el análisis de los terrenos incendiados, pero en noviembre de 2022, a escasos 3 meses de sucedidos los incendios, era imposible evaluar la regeneración de los terrenos ni evaluar la situación poblacional de las diferentes especies cinegéticas y por tanto, mucho menos evaluar la interacción entre las poblaciones de corzo, ciervo y jabalí con el suelo regenerado.
La resolución presupone que no hubo mortalidad extraordinaria en ninguna de las poblaciones ni en ninguna clase de edad de ungulados, pues se mantienen, con la suspensión, los cupos y las modalidades de caza preexistentes, y por lo tanto presupone que el hábitat no se vio afectado, a pesar de las decenas de miles de hectáreas quemadas. De hecho, para emitir un informe preciso, en relación a cada área o coto afectado, se necesitaría la revisión completa de su Plan cinegético, para evaluar de nuevo la capacidad de carga del medio incendiado, es decir, cuántos animales de cada especie pueden desarrollarse y sobrevivir en unos terrenos sustancialmente modificados; y todo esto no se hizo.
La asociación recuerda que además del disparate administrativo que supone esta Resolución, habría que valorar si la afección de la suspensión sobre las tres especies fundamentales de ungulados silvestres: corzo, ciervo y jabalí, podría también considerarse como un posible delito contra la fauna.
Ambas entidades niegan las mentiras y manipulaciones difundidas por responsables de la confederación de Ecologistas en Acción, durante la celebración de su 25 aniversario en Zaragoza. Estos colectivos lamentan que hayan llegado a negar, incluso, la existencia de la asociación Ecoloxistas en Acción Galiza y la de los 22 grupos comarcales que la conforman (https://ecoloxistasenaccion.fala.gal/quen-somos).
El pasado 7 de diciembre la Asociación Ecologistas en Acción Zamora y la asociación Ecoloxistas en Acción Galiza ( EcoloxistasEnAccion.org ), hicieron pública su salida de la confederación de Ecologistas en Acción por graves diferencias, centradas en el despliegue de proyectos de macro renovables, en especial sobre las eólicas marinas. Ante la repercusión mediática de esta decisión, tanto la estructura de gestión, como de comunicación de la organización confederal, lanzaron informaciones incorrectas que llevaron a la retirada de la noticia de varios medios de comunicación. Todo, a base de confundir con falsedades. Es un claro y lamentable ejemplo de la deriva en la que ha caído esta organización, más preocupada en captar fondos públicos y privados que en la defensa del territorio y la naturaleza.
La asociación Ecoloxistas en Acción Galiza existe desde 2020. Está inscrita con nº 2020/024153-1ª en el Rexistro Central de Asociacions de Galiza y se creó cuando Ecoloxistas en Acción A Coruña, trasformó su ámbito territorial, pasando de ser provincial a abarcar toda Galicia. Entonces cambió su denominación, a la actual Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza. Por tanto Ecoloxistas en Acción Galiza, forma parte de la confederación desde 2019. Su ingreso y participación en órganos confederales, desde esa fecha, queda recogido en las actas correspondientes y disponibles para cualquier medio que lo solicite. Negar estos hechos es faltar a la verdad.
En marzo de 2023, un grupo de personas de Ecoloxistas en Acción Galiza, afines o miembros de la Secretaría de la confederación y con criterios “flexibles” ante los macro proyectos de renovables terrestres y marinos, constituyeron la Federación Galega Ecoloxistas en Acción, formada por tan solo 5 grupos en toda Galicia e inscrita en el Registro desde mayo de 2023. Esta nueva entidad nada tiene que ver con la Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza.
Tanto la preexistente Asociación como la reciente Federación coexisten actualmente. La Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza ha sido sometida a un proceso en el que se la intentó forzar a que se integrara en la Federación . Es la Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza y sus 22 grupos comarcales, la que abandona la confederación por incompatibilidad de criterios sobre las macro renovables y sobre las formas de trabajo.
La Asociación basa la totalidad de su actividad en trabajo voluntario, mientras que la Federación Galega, tiene una gran dependencia del dinero que le suministra la confederación, a través de los fondos públicos y privados que capta. A pesar de no contar con presupuesto, la Asociación ha llegado a interponer hasta 80 recursos contra macro renovables, solicitando justicia gratuita, mientras que las personas promotoras de la actual Federación, en 2022, promovieron un cambio en el posicionamiento confederal de Ecologistas en Acción, en relación a la macro renovable marina u offshore, pasando de una oposición sin matices, en junio, a un sí condicionado, en diciembre. En cuanto a quienes estamos a favor y quienes en contra de las eólicas marinas veamos la declaración del actual promotor de la Federación quien era entonces vicepresidente de la Asociación, de la cual ahora niega su existencia .“”Nuestra postura es de sí a la eólica marina offshore”, apunta su coordinador (autodenominado) Cristóbal López”(1)’. Subrayamos para que no haya dudas que el subtítulo decía «Ecologistas en Acción bendice la eólica marina”.Por todo ello, la Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza, solicita a los responsables de la confederación y de la Federación que no manipulen a los medios de comunicación ni a la sociedad.
La Asociación Ecologistas en Acción de Zamora, constituida en 2018, también ha sido muy crítica con la cúpula confederal por el desamparo que han sentido ante la lucha contra las macro renovables. El momento crítico llegó cuando firmó la carta abierta dirigida al G5 (Amigos de la Tierra, Greenpeace, Ecologistas en Acción, SEO/Birdlife, WWF), en la que 200 entidades y plataformas reclamaban apoyo. A partir de ese momento, en la Federación Ecologistas en Acción de Castilla y León, de la que forman parte algunas personas de la Secretaría Confederal, ha rondado la idea de que la Asociación de Zamora fuera expulsada, aun sin la existencia de una razón que fuera expresada con claridad, lo que ha llevado a ésta a seguir el mismo camino que Galicia y dejar la confederación.
Tanto para Zamora como para Galicia, es necesaria una refundación del activismo ecologista, alejado de toda tentación que nazca del capitalismo verde, ya sea a través de entidades filantrópicas privadas, ligadas al lavado verde o, simplemente mediante la aceptación de una transición que siembra muchas dudas, tanto desde el punto de vista medioambiental como socioeconómico. Es preciso, a su vez, aceptar que la idea de un continuo crecimiento nos lleva al colapso, y que de este crecimiento participan, también, las grandes empresas vinculadas a lo renovable. Es perentorio, también, redefinir la lucha, apuntando hacia el origen sistémico del caos climático que estamos viviendo, es decir: el capitalismo.
Es necesaria una transición ecológica y la sustitución de los combustibles fósiles pero no a base de convertir extensas áreas naturales en “zonas de sacrificio” para que continúe el enriquecimiento del mismo capitalismo al que se supone que se critica. En este orden de cosas, Ecologistas en Acción de Zamora y Ecoloxistas en Acción Galiza se van, pero no abandonan su resistencia; es más, asumen esta nueva etapa con ilusión y esperan encontrar nuevas alianzas en ella.
La Asociación Ecologistas en Acción de Zamora y Ecoloxistas en Acción Galiza, esta última que engloba a su vez una veintena de grupos comarcales activos, deciden abandonar la organización Confederal de Ecologistas en Acción, así como activistas de otras Federaciones
Para ambas asociaciones, y para quienes abandonan la organización, el rumbo de Ecologistas en Acción deja fuera de juego al activismo ecologista de base, que en estos momentos se reivindica como imprescindible frente al nuevo colonialismo energético que sufren extensas áreas del territorio nacional, y en concreto Zamora y Galicia.
En lo relativo a estas dos asociaciones, las diferencias de fondo de carácter estratégico se han hecho evidentes en el último año, con posicionamientos radicalmente distintos en cuanto a la expansión de las macro renovables, tanto terrestres como marítimas, lo que las ha empujado a iniciar un camino independiente. Una expansión precipitada y sin apenas límites que podría suponer un daño irreparable para la biodiversidad, los paisajes, la economía tradicional rural y los valores socio culturales.
Tanto para Ecoloxistas en Acción Galiza como para Ecologistas en Acción de Zamora, es urgente situarse al lado de las plataformas territoriales y asumir los retos que solicita la sociedad civil en cuanto a participación ciudadana y pública. En uno y en otro caso, los logros son evidentes. En Galicia cabe atribuirse la desestimación de 9 grandes parques eólicos, y en Zamora, su labor en alegaciones y recursos está dando buenos resultados. Sin embargo, todo este trabajo ha sido llevado a cabo sin el apoyo Confederal de Ecologistas en Acción y en algunos casos con fuertes discrepancias.
En territorio gallego, tras la reciente creación de una Federación Galega de Ecoloxistas en Acción, en paralelo a la asociación preexistente desde 2019, y tras la obligación impuesta de tener que formar parte de ella pese a los enfrentamientos manifestados, la situación de Ecoloxistas Galiza quedó en completo desamparo. Y en Zamora, dado que en la Federación de Castilla y León ha rondado de forma permanente la idea de que este grupo sea expulsado, aun sin la existencia de una razón expresada con claridad, se ha decidido seguir el mismo camino que Galicia. En el fondo de la cuestión late la impresión de que «no nos vamos, nos echan», y de que más pronto que tarde las incompatibilidades y falta de comprensión de las diferencias se convertirían en insostenibles.
Tanto para Zamora como Galicia, es necesaria una refundación del activismo ecologista, alejado de toda tentación que nazca del capitalismo verde, ya sea a través de Fundaciones o simplemente mediante la aceptación de una transición que siembra muchas dudas, tanto desde el punto de vista mediambiental como socioeconómico. Es preciso, a su vez, aceptar que la idea de un continuo crecimiento nos lleva al colapso, y que de este crecimiento participan, también, las grandes empresas vinculadas a lo renovable. Es prioritario, también, redefinir la lucha, apuntando hacia el origen sistémico del caos climático que estamos viviendo, es decir: el consumismo capitalista.
Vienen tiempos de aceptación de los errores a escala global y de regreso a lo cercano y realmente sostenible. Es por ello que no se debe permitir la actuación con brocha gorda sobre los territorios rurales para, en muchos casos, borrarlos del mapa. Convertir extensas áreas en zonas de sacrificio no debe, ni puede, ser la solución. En este orden de cosas, Ecologistas en Acción de Zamora y Ecoloxistas en Acción Galiza se van, pero no abandonan su resistencia; es más, asumen esta nueva etapa con ilusión y esperan encontrar nuevas alianzas en ella.