Allí estuvo Ecologistas Zamora con numerosas socias y activistas expresando nuestro apoyo a una convocatoria nacional muy necesaria. Se adjunta el manifiesto presentado el día anterior por la coordinadora provincial Zamora en Pie, convocante de la manifestación. Nos hubiera gustado participar en su redacción y que se hubiera incidido más sobre la burbuja de las macrogranjas de la ganadería industrial porcina, a la que estos proyectos vienen a amparar y potenciar, además de embolsarse dinero de todos en forma de subvenciones públicas. Pero si se lee con atención, la denuncia de la estrecha relación de todos los proyectos extractivos está presente, por lo que nos centramos en lo más importante:
LA NECESIDAD DE IR TODAS Y TODOS UNIDOS EN ESTA LUCHA VECINAL EN LA QUE LA CIUDADANÍA ZAMORANA Y DE TODA LA ESPAÑA VACIADA ESTÁ LEVANTANDO CABEZA ANTE ESTA INVASIÓN DE MIERDA, OLORES, RUIDOS Y MOSCAS SIN OTRO FIN QUE EL LUCRO PRIVADO ESPECULATIVO.
Ecologistas Zamora se felicita por la enorme movilización vecinal que están suscitando proyectos como este en toda la provincia, que ha dado lugar a la creación de la federación de plataformas “Zamora en Pie”, y agradece particularmente a la Asociación Sanfonpi en Pie la aportación de información para completar estas alegaciones.
En sus alegaciones, Ecologistas Zamora destaca el tamaño desmedido de esta macro factoría, cuyas dimensiones exceden los mínimos razonables para una economía circular y de proximidad.
La desproporción de la balsa de digestato en una ya declarada Zona Vulnerable por nitratos en Castilla y León, hace inútil el principio de precaución frente a las medidas de control detalladas en el proyecto, comprometiendo de forma irreversible los acuíferos.
En esta dirección, Ecologistas Zamora pone sobre alerta la proximidad a la Reserva Natural “Lagunas de Villafáfila”, que engloba una zona ZEPA, y a dos espacios IBA, lo que significa un atentado al medio ambiente, con un fuerte impacto sobre la flora y fauna.
Esta asociación destaca así mismo, la oleada de proyectos de biogás y biometano que está configurando el mapa de la provincia como una gran burbuja, con un futuro problemático desde el punto de vista económico. Si todos los proyectos de biogás y biometano se aprueban, no va a haber “mierda” suficiente, con lo que el “efecto llamada” será inevitable, uniéndose a otros efectos perversos (disputas por la paja y resto de materias orgánicas, guerra de precios y condiciones de vida de los animales, cierres de pequeñas explotaciones tradicionales, etc).
Además, cabe destacar que el proyecto afecta no solo a San Cebrián de Castro, sino también a todos los municipios colindantes, a los que se les priva de su capacidad de decisión.
Otras consideraciones son: la falta de garantías de continuidad y futuro de una miniempresa de 3.000 euros de capital, que podría no hacerse cargo del desmantelamiento llegado el caso; y la pérdida de valor urbanístico de los pueblos de la zona. También destaca el elevadísimo tráfico de camiones de gran tonelaje (133 diarios) por carreteras comarcales y caminos locales que se generará, además de los ruidos, olores y emisiones, con el consiguiente deterioro de los frágiles firmes de las infraestructuras, pero también de la habitabilidad de la zona.
Todo ello, según Ecologistas Zamora ahondará el malestar social entre los vecinos, pues una de las consecuencias será la cancelación de proyectos alternativos de futuro, contribuyendo penosamente a la aceleración del despoblamiento.
Tras las últimas declaraciones a prensa en las que Confederación Hidrográfica del Duero calculaba en un 0,1 % el volumen de agua que se pretende extraer del acuífero, calificando este porcentaje de poco relevante, Ecologistas Zamora se reafirma, con mayor motivo, en su defensa de un sistema lagunar protegido por instrumentos internacionales, al estar incluido dentro del Convenio RAMSAR. Aunque la CHD no especifica si ese porcentaje es acumulativo o no, pues de serlo supondría que en 20 años se extraerá nada más y nada menos que el 20% de la capacidad del manantial, las leyes que protegen los espacios naturales lo hacen en su integridad y no en un 99% ni en un 80%. Ecologistas considera que trivializar con porcentajes no es algo que conceda rigor y seriedad a un organismo público pues por muchísimos menos motivos se ha prohibido o limitado la extracción de agua para riego en la zona. Además, reitera lo dicho, que las publicaciones científicas, entre ellas las procedentes de la Dirección General del Agua dicen textualmente sobre las lagunas y su recarga natural que “una parte muy importante de sus recursos proceden de la transferencia profunda de flujos del acuífero Terciario de las masas adyacentes«. Si esto es falso, la CHD debería advertir al Ministerio de Transición Ecológica, del cual depende, del error, o bien asumir que es ella la que se está equivocando. Además, hay que tener en cuenta que en la propia descripción de la Reserva Natural que realiza la Junta de Castilla y León se describe el acuífero como «de aguas surgentes, que en su ascenso a los niveles superiores se «contaminan» por disolución con las sales que impregnan los sedimentos terciarios y se salinizan”, lo cual viene a confirmar la dependencia inequívoca entre el nivel de la capa freática y la masa de agua estancada en las lagunas. Una teoría avalada por diferentes publicaciones científicas, entre las que podemos señalar «Hidrogeología del entorno de las Lagunas de Villafáfila (Zamora)» de P. Huertas et alt., estudio publicado por la Universidad de Salamanca.
Bastaría, en consecuencia, un mínimo porcentaje de explotación para hacer bajar el nivel freático y por lo tanto que quedará afectada gravemente la Reserva. Y todo esto sin tener en cuenta las tendencias pluviométricas negativas previstas en las próximas décadas a causa del cambio climático y que harán de los recursos hídricos un auténtico tesoro. Respecto a las alegaciones presentadas por esta entidad, Ecologistas admite el equívoco, debido a una numeración consecutiva y al parecido de los dos proyectos en curso, creyendo que se estaba presentando alegaciones a uno cuando en realidad se estaba haciendo a otro. Esta similitud también pone en entredicho que CHD haya aprobado el segundo de los proyectos publicados en julio de 2024 y aún no haya respondido al primero, publicado en junio, un mes antes. ¿Por qué motivo? Detallemos las similitudes: el proyecto Inari consiste en un sondeo de 70 m. de profundidad, 250 mm. de diámetro y 200 mm. de diámetro entubado, situado en la parcela 882 del polígono 1, en el término municipal de Granja de Moreruela, y el proyecto UTU consiste en un sondeo de 80 m. de profundidad, 250 mm. de diámetro y 200 mm. de diámetro entubado, situado en la parcela 1035 del polígono 1, en el término municipal de Granja de Moreruela. En el volumen solicitado no hay tampoco grandes diferencias: El máximo solicitado en Inari era de 117.000, 69 m³ y en UTU de 116.910,70 m³. Ambos proyectos están a una distancia pareja de la zona protegida, situándose muy cerca del monasterio de Santa María de Moreruela. Ecologistas Zamora, a pesar de este equívoco, considera que el fondo de las alegaciones es consistente y lamenta que CHD no se las tome en serio, pues en juego está la defensa del patrimonio artístico, el cual se verá afectado con las industrias colindantes, y el patrimonio natural, que claramente corre peligro. Así mismo, esta asociación ha solicitado del organismo de cuenca la revisión del expediente completo, al dudar del rigor con el que se establecen los citados porcentajes. Por último, se pide de nuevo a la CHD que prevalezca el principio de precaución referente a los efectos negativos de este proyecto en los acuíferos.
Ante la avalancha de proyectos de biogás/biometano en nuestra provincia, compartimos con todos los interesados las alegaciones que presentaremos estos días (el viernes 27 de diciembre es el último) (EL LUNES 30 DE DICIEMBRE ES EL ÚLTIMO) al proyecto de planta de biogás en Coreses. Un clamor ciudadano se está levantando en todo el país ante el atentado que suponen estas plantas de grandes dimensiones (nada tienen que ver con la sostenibilidad de una economía circular de proximidad), tanto al medio ambiente como a la calidad de vida de los vecinos de los pueblos afectados. Se trata de una nueva burbuja al calor de los fondos europeos, que viene a complementar y potenciar otra burbuja, la de las macrogranjas de la ganadería industrial porcina, y a sumarse a las macroinstalaciones de energía eólica y solar, para convertir todos nuestros territorios en zonas de sacrificio neocolonial, donde extraer energía y alimentos a cambio de destruir el medio ambiente con sus porquerías y acelerar la expulsión de los pocos vecinos que van quedando.
En las propias alegaciones se desarrollan estos argumentos aplicados al caso concreto de Coreses.
Si te animas a ejercer tus derechos ciudadanos, las puedes descargar a continuación:
Ecologistas Zamora viene advirtiendo desde hace más de un año sobre la nueva burbuja de instalaciones de biogás-biometano que se cierne sobre nuestra provincia, y que se ha ido concretando, que sepamos, en 12 proyectos en distinto grado de tramitación. Es ahora el momento en el que la ciudadanía puede hacer valer su soberanía para rechazar un modelo extractivo encaminado a convertir nuestra provincia en una neocolonia energética y en un estercolero fétido que acelerará la destrucción medioambiental y la expulsión de los zamoranos de sus pueblos.
La ciudadanía de muchos pueblos afectados por estos proyectos empieza a ser consciente del gravísimo deterioro que supondrá para sus vidas y el medio ambiente la irrupción de estas industrias malolientes, y su enorme demanda de purines y todo tipo de desechos orgánicos.
Desde el movimiento ecologista, y particularmente desde Ecologistas Zamora, consideramos que estos proyectos no responden a los principios de proximidad, economía circular y sostenibilidad. Y que su puesta en funcionamiento, con fondos procedentes del Plan REPower EU es un ataque al sentido común, pues avala el crecimiento exponencial de las macragranjas, de lo que se deriva un gravísimo deterioro medioambiental causado por el consumo de carne a gran escala, una de las principales razones del agravamiento del caos climático que padecemos ya.
El desmesurado tamaño de estas instalaciones, cierto es, beneficia a los promotores, pero a la vez deteriora de forma irreversible la vida de las personas y la conservación del medio ambiente. Los enormes volúmenes de materia orgánica que pretenden procesar desvirtúa cualquier propósito medioambiental. Y es que, además, en cada uno de estos proyectos se provocará un tráfico constante de camiones de gran tonelaje por las carreteras, caminos y calles de los pueblos; unas continuas emisiones del fétido y tóxico ácido sulfhídrico (H2S) y otros gases perniciosos, además de actuar como efecto llamada a nuevas instalaciones porcinas, que verán salida a su mayor problema: los purines. Todo ello representará un insufrible atentado a la vida de los vecinos de los pueblos circundantes, a sus actividades económicas, y a un medio natural expuesto a la contaminación de sus aguas, suelos y aires.
En lo que respecta a Zamora, se están dando a conocer cada vez más proyectos, cada uno en distinto nivel de elaboración. Entre el secretismo con el que se está gestando esta burbuja, Ecologistas Zamora ha elaborado un mapa recogiendo el estado actual de los proyectos y la contestación vecinal.
Desde Ecologistas Zamora sabemos por experiencia que la mejor forma de parar estas invasiones es en sus fases iniciales, cuando aún no se han cerrado los contratos o iniciado las obras, lo que explica ese secretismo por parte de empresas y ayuntamientos. Por eso resulta fundamental la movilización ciudadana en estos momentos. Por esta razón, nos adherimos con todas nuestras fuerzas y rotundidad a la convocatoria de la Plataforma Provincial Stop Biogás Zamora, que reúne a todas las plataformas locales que se están constituyendo en los pueblos afectados.
Y hacemos un llamamiento a la ciudadanía de la capital y provincia para participar activamente en la misma. Que no sea nuestro silencio el que facilite que estos proyectos tan nocivos para el medio rural sigan adelante sin cortapisas.
Que no nos engañen las empresas, que solo buscan llevarse el dinero y dejarnos la porquería. Lo que necesitamos es un enfoque sostenible de energías verdaderamente renovables, que proteja el medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales, y que frene la conversión de nuestros pueblos y nuestro patrimonio natural en tierra de sacrificio de la que extraer beneficios y recursos dejando detrás una estela de despoblación, contaminación y destrucción ambiental.
Toda la ciudadanía zamorana, capital y provincia, debemos unirnos a la manifestación de este sábado 7 de diciembre a las 18:00 h desde la Plaza de Viriato.
Nuestro compañero Ángel Encinas participó el 3 de mayo en la movilización de los vecinos con una charla informativa sobre el biometano, sus materias primas, en este caso casi de forma exclusiva los purines de las macrogranjas de la comarca de Los Valles de Benavente, el destino de los residuos -digestato-, los argumentos de los defensores de estas macroplantas, y los graves inconvenientes para el medio, los vecinos y el futuro de la zona. Todo ello en un contexto de emergencia histórica marcada por una policrisis marcada por la extralimitación.
Para el acto también contribuyeron con sus palabras el biólogo Javier Talegón, la activista de Pueblos Vivos de Zamora Emilia Román, y el coordinador para biometano de la plataforma estatal Stop Ganadería Industrial Toni Jorge:
Ecologistas Zamora expresa su alarma ante el entusiasta apoyo del alcalde de San Cebrián de Castro a la instalación de una macroplanta de biometano en el pueblo, un proyecto que condicionará el futuro y la calidad de vida de unos vecinos que ya sufren las consecuencias de la contaminación de sus aguas por nitratos.
Ecologistas llama a los vecinos de San Cebrián de Castro y de todas las localidades próximas a las redes de gasoductos que atraviesan la provincia (Salamanca-Zamora-Benavente y Zamora-Toro-Tordesillas) para que se informen adecuadamente frente a la propaganda interesada de las empresas.
Tal como viene avisando Ecologistas Zamora, van saliendo a la luz poco a poco nuevos proyectos de macroplantas de biometano no en las inmediaciones de los dos gasoductos que recorren nuestra provincia, el que viene de Salamanca y pasa por Zamora y Benavente, y el que va de Zamora hacia Valladolid pasando por Toro.
El nuevo proyecto del que Ecologistas Zamora ha tenido conocimiento a través de los medios, es el de San Cebrián de Castro. No se conocen públicamente los detalles, pero Ecologistas Zamora quiere expresar su alarma ante el acrítico entusiasmo manifestado por el alcalde de la localidad, que ha asumido con parabienes todas las bondades “vendidas” por la empresa, sin tener en cuenta la cara B del “regalito”.
Los vecinos de la localidad ya saben lo que es sufrir altos niveles de contaminación por nitratos en sus aguas. Deben saber que entre los graves inconvenientes de este tipo de instalaciones está la multiplicación de estos riesgos con el manejo de enormes cantidades de lodos. En estas condiciones resulta poco menos que un un delirio la insistencia del alcalde en la fijación de la población que atribuye a estas sucias instalaciones. Solo hay que echar un vistazo a las estadísticas.
Por todo ello, Ecologistas Zamora hace un llamamiento, tanto a los vecinos de San Cebrián de Castro, como a los de cualquiera de las localidades próximas a los gasoductos, donde aterrizarán en los próximos meses muchas de estas empresas, para que se informen adecuadamente, y así poder valorar y decidir correctamente sobre algo que va a condicionar el futuro de la localidad y la calidad de sus vidas.
Las empresas ofrecen en forma de caramelos las enormes ventajas para el pueblo, pero no les informan de sus perjuicios en forma de olores, consumo de agua, tráfico de grandes camiones con basura por los caminos de la localidad, y riesgos en forma de contaminación de acuíferos, aguas superficiales y tierras próximas, por no hablar del efecto llamada para la instalación de nuevas macrogranjas porcinas.
Tampoco les informan suficientemente sobre el abundante residuo que se produce en estas instalaciones, un pestilente lodo que tienen que gestionar de alguna forma, y que, como el purín, poco tiene que ver con un fertilizante.
Ante este panorama, Ecologistas Zamora, sin otro interés que el de velar por la calidad del medio y de nuestras vidas en él, alerta y ofrece su ayuda a los vecinos de todos estos pueblos para ayudarles a valorar los pros y los inconvenientes antes de permitir estas instalaciones en sus pueblos.
Ecologistas Zamora alerta de la nueva invasión de macroinstalaciones de biometano. Estos proyectos vienen a reforzar el extractivismo que hace de nuestra provincia una neocolonia.
Ecologistas llama a los vecinos de localidades próximas a las redes de gasoductos que atraviesan la provincia (Salamanca-Zamora-Benavente y Zamora-Toro-Tordesillas) para que se informen y organicen.
En la misma línea de las burbujas de las macrogranjas y de las macrorrenovables solares y eólicas, y en paralelo con los proyectos de Hidrógeno verde y minería a cielo abierto, llegan a nosotros con los trajes del mejor greenwashing las macroplantas de biometano. Llegan dopadas por el maná de las subvenciones europeas. Se trata de un paso más para convertir nuestra provincia en un estercolero, una neocolonia de la UE vaciada de población.
Han sido precisamente las subvenciones las que han convertido un sector rechazado por la patronal porcina como no viable económicamente para sus purines, en un gran negocio por el que pujan las grandes corporaciones energéticas y los principales fondos de inversión.
El biometano no es otra cosa que el biogás mejorado en su porcentaje de metano para resultar similar al gas natural. Por eso resulta fundamental instalar las plantas de producción en la proximidad de la red de gasoductos, que atraviesan Zamora en los ejes Salamanca-Zamora-Benavente, y Zamora-Toro-Valladolid.
Biogás y biometano se elaboran a partir de basura orgánica mediante un proceso de fermentación en condiciones anaeróbicas (sin oxígeno). El residuo es un pestilente lodo llamado digestato, que nada tiene que ver con el estiércol o el compost.
Las posibles basuras orgánicas a utilizar en nuestra provincia serán fundamentalmente los residuos de la ganadería industrial -purines y gallinaza-, los lodos de las depuradoras, los residuos de mataderos e industrias alimentarias, y en algunos casos cultivos energéticos o desechos agrícolas.
Aunque la tecnología no es nueva y se viene usando en algunos lugares para su aprovechamiento energético en forma de calor en las propias instalaciones, ha sido a raíz de la guerra de Ucrania cuando la Unión Europea puso en marcha el Plan REPowerEU, donde se establece un Plan de acción sobre el biometano con incentivos financieros para aumentar de forma espectacular su producción.
El anuncio de esta piñata de fondos es el responsable de que en Castilla y León, que cuenta con solo dos plantas en su territorio, las grandes empresas se froten las manos y hablen de nada menos que 520 plantas de biometano en la Comunidad. La propia Junta está elaborando un Plan Estratégico del Biogás en el que la ganadería industrial tendrá un protagonismo fundamental.
En lo que hace a Zamora, se conocen varios proyectos en distinto nivel de elaboración. El más adelantado, del que han dado noticia los medios, es el de Cerecinos de Campos. Entre el secretismo con el que se está gestando esta burbuja, Ecologistas Zamora tiene noticias de otros en elaboración en El Cubo del Vino y Granja de Moreruela, donde ya está en marcha también una planta generadora de hidrógeno verde. En Villalube la empresa soriana Solarig hizo una jugosa oferta en firme por unos terrenos en la linde con Matilla la Seca, pero sus propietarios desistieron por motivos éticos y por los graves perjuicios que supondría para ambos pueblos.
Y es que las consecuencias negativas de estas instalaciones todos los promotores las esconden, envolviendo sus proyectos de un impostado greenwashing -lavado verde-.
Las principales repercusiones de esta nueva burbuja son:
– Se parte de priorizar en exclusiva los beneficios empresariales a costa del bienestar de las comunidades afectadas. Para estas grandes compañías nuestra tierra es sólo un lugar donde extraer recursos y ganar dinero.
– Estas instalaciones procesan basuras contaminantes de las ciudades y de las macrogranjas en un radio de 30 minutos de transporte por camión. Esto supone un tráfico incesante de camiones de gran tonelaje deteriorando caminos y carreteras.
– Dado su carácter “macro”, estas instalaciones no se limitarán a las macrogranjas existentes, sino que actuarán como un efecto llamada para nuevas instalaciones.
– Aún así, el biometano no es viable económicamente sin fuertes primas, subvenciones o tarifas especiales. Cuando se acaben dejarán nuestras tierras llenas de ruinas y chatarra.
– Si ya las macrogranjas porcinas exigen un elevado consumo de agua en zonas con acuíferos sobreexplotados, estas instalaciones no se quedan para atrás en sus propias demandas de agua.
– La gestión de la gran cantidad de residuos que se producen genera muchos problemas, con enormes riesgos de afección a los acuíferos y aguas superficiales de la zona.
– Si a esto unimos los muy escasos nuevos empleos que se generan en la zona, y que los vecinos no se benefician para nada del gas producido, pero sí que estarán expuestos a insoportables y tóxicos olores, el empeoramiento de las condiciones de vida y medioambientales acelerará aún más el vaciamiento rural.
Desde Ecologistas Zamora sabemos por experiencia que la mejor forma de parar estas invasiones es en sus fases iniciales, cuando aún no se han cerrado los contratos o iniciado las obras, lo que explica el secretismo con el que se están acelerando los trámites en los últimos meses y semanas.
Por eso hacemos un llamamiento a los vecinos para que antes de tomar una decisión se informen, se unan en plataformas y organicen actos explicativos con personas y organizaciones independientes. Que no sea su silencio el que facilite que estos proyectos tan nocivos para el medio rural sigan adelante sin cortapisas.
Que no nos engañen las empresas, que una cosa son las pequeñas instalaciones para el aprovechamiento de los residuos de pequeñas comunidades o instalaciones agrícolas y ganaderas, produciendo biogás para esas mismas instalaciones, algo a lo que se negaban hasta ahora los promotores de macrogranjas, y otra muy diferente son estos grandes proyectos para captar subvenciones y dejar en los pueblos lodos contaminantes, malos olores y chatarra industrial a la vuelta de unos años.
Lo mismo que ocurre con las macroinstalaciones eólicas y fotovoltaicas, lo que necesitamos es un enfoque verdaderamente sostenible que proteja el medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales, y que se frene la conversión de nuestros pueblos y nuestro patrimonio natural en tierra de sacrificio de la que extraer beneficios y recursos dejando detrás una estela de despoblación, contaminación y destrucción ambiental.