El Servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora sigue con una política de “barra libre”, permitiendo la retirada de nidos de esta especie protegida.
Según la información recopilada, a petición de la comunidad de vecinos de un bloque de viviendas ubicado en la calle Leganés (en el casco urbano de Zamora),la Junta de Castilla y León habría autorizado -sin ninguna evaluación técnica- la retirada de nidos de avión común construidos en el alero del edificio. La gravedad de esta situación (en la que se permite la retirada de nidos de una especie protegida) aumenta si tenemos en cuenta la fecha a partir de la cual se aprueba la retirada de la colonia -el 15 de julio-, cuando el periodo reproductor no ha finalizado y todavía hay muchos pollos creciendo dentro de los nidos.
A pesar de que SOS Vencejos de Castilla y León intentó informar a la comunidad de vecinos sobre las bondades de esta especie (como insecticida natural y gratuíto) y también, sobre su nivel de protección y de sus nidos (cuya destrucción está penalizada con multas que pueden llegar a los 200.000 euros), algunos propietarios de pisos del bloque están retirando los nidos de avión.
Ambas organizaciones consideran que esta situación supone un paso atrás en la conservación de esta especie y critican la constante falta de sensibilidad y de conocimiento de la biología de esta especie demostrada por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Zamora. De hecho, la Junta debería ser la primera en promover los beneficios de estas aves, -auténticos insecticidas naturales- y velar por su conservación. Además y en caso de no existir otras soluciones satisfactorias para mantener la colonia, una decisión de esta naturaleza debería estar avalada por un informe técnico específico; por otro lado, en vez de autorizar sin más con una política de “barra libre”, la Junta debería proponer medidas para fomentar la conservación de las colonias de avión común, una especie en declive.
Es importante recordar que el avión común (Delinchon urbica), es un ave insectívora migradora y emparentada con las golondrinas. Está protegida por leyes europeas y nacionales (Directiva Europea de Aves y Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial). Además, la legislación ambiental española protege a las crías y los huevos de estas especies y prohíbe “la destrucción o deterioro de sus nidos” o “la destrucción del hábitat” (Ley 42/2007). La destrucción de sus nidos infringe varias leyes y supone una infracción “grave”, sancionable con multas que oscilan entre los 5.001 y los 200.000 €.
Por último, solicitamos a la ciudadanía una mayor tolerancia con los vencejos, las golondrinas y los aviones. Aunque sus excrementos pueden manchar puntualmente las fachadas, estas aves son verdaderos aliados de los humanos, ya que se alimentan de una enorme cantidad de moscas y mosquitos durante el periodo estival, cuando ocupan nuestras ciudades y pueblos. De acuerdo a los datos de SEO (Sociedad Española de Ornitología), una de estas aves consume moscas, mosquitos, hormigas voladoras, avispas, chinches y pequeños escarabajos. Suele comer unos 60 insectos a la hora, unos 850 insectos diarios, lo que equivale a 150 gramos de insectos al día cada. Esto supone unos 55 kilogramos de insectos consumidos por cada golondrina al año, o lo que es lo mismo, 310.250 moscas-mosquitos al año.
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