LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN DE LA MURALLA DE ZAMORA DESTRUYEN SU BIODIVERSIDAD

Esta intervención pretende eliminar una enorme higuera de más de 25 años que se desarrolla en la cuesta de Santa Lucía tras sobrevivir a una poda radical anterior, y acaba con refugios y lugares de reproducción de especies amenazadas y protegidas.

Enmarcadas en el “Plan director de las murallas de Zamora” y financiadas por el Ministerio de Cultura, las obras de restauración iniciadas en la muralla suponen un peligro para la flora y fauna instalada en esta infraestructura del patrimonio histórico de la ciudad. Desde Ecologistas Zamora nos sorprende la ausencia de sensibilidad ambiental de este proyecto, cuyo desarrollo está restando biodiversidad y generando una pérdida de herramientas estratégicas (como la presencia vegetación o fauna autóctona) para que la ciudad pueda adaptarse al cambio climático y sea más habitable.

Un ejemplo de la incompatibilidad de esta intervención es la prevista retirada de una enorme y espléndida higuera que se desarrolla -desde hace más de dos décadas-, en el tramo de muralla que baja a la plaza de Santa Lucía. Su inminente retirada elimina un icono del arbolado urbano del casco antiguo y ha generado un enorme descontento para muchos vecinos de la ciudad, que no ven con buenos ojos su eliminación. Además, este singular árbol aporta refugio, un punto de alimentación y un hábitat de nidificación para numerosas especies de fauna y, mantiene un gran atractivo para el entorno urbano. La eliminación de esta enorme higuera requerirá probablemente, del empleo de herbicidas químicos, un método más que cuestionable por sus posibles impactos en la salud humana de los ciudadanos; además, teniendo en cuenta que en la zona mana agua de origen subterráneo, los efectos de estos productos pueden dispersarse y ser mayores. En el tramo de muralla donde se desarrolla la higuera, también se va a eliminar un saúco.

Por otro lado, las obras de restauración de la muralla están eliminado numerosas oquedades donde existen centenares de refugios y lugares de reproducción de especies amenazadas y protegidas como el murciélago rabudo y el murciélago común, el vencejo común, la grajilla occidental, la salamanquesa común y las lagartijas de pared. Además -y esto es más grave- la intervención se está realizando en plena época de reproducción de muchas de estas especies, destruyendo de esta manera puestas, nidos o crías; indudablemente, esta situación vulnera la legislación ambiental autonómica, regional, estatal o europea en materia de conservación de la naturaleza. Esta situación, debería corregirse con medidas compensatorias, como refugios de murciélagos y cajas nido para las aves afectadas.

Desde Ecologistas Zamora consideramos importante mantener el patrimonio histórico, pero cualquier actuación debe ir acompañada de una completa integración con los elementos naturales que habitan estas infraestructuras. Pensamos que estos ecosistemas creados en torno a las murallas deben ser respetados en cualquier toma de decisiones de restauración actual, ya que se tratan de espacios llenos de vida que conviven con nosotros y que, además, hoy son objeto de la mayor atención y sensibilidad en el contexto de la actual crisis climática que afecta a nuestra supervivencia. De otra manera, con estas intervenciones estamos cometiendo el error de reducir la biodiversidad de nuestras ciudades, un elemento también imprescindible, cada vez más demandado por los zamoranos y que contribuye a mejorar la calidad del espacio urbano, al tiempo que ayuda a mitigar el aumento de la temperatura.