ECOLOGISTAS ZAMORA CRITICA LA INSTALACIÓN DE VALLADOS GANADEROS IMPERMEABLES PARA LA FAUNA EN LA CULEBRA

Estas infraestructuras, subvencionadas por la Diputación, favorecen el uso privativo de terrenos comunales y los accidentes de tráfico con grandes ungulados.

La Diputación de Zamora, mediante una línea de subvenciones, está promoviendo la instalación o renovación de cercados ganaderos en los pastos comunales de algunos municipios de la provincia. En ocasiones, las adjudicaciones de explotación de estos terrenos se están asignando a un ganadero en concreto y por ello, podrían ser contrarias a la ley pues limitan el uso comunal para todos los vecinos y convierten los comunales en aprovechamientos privativos. Además, la instalación de estos vallados en el interior de espacios protegidos, como la Sierra de la Culebra (incluida en la Red Natura 2000 y en la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica) limita los movimientos de la fauna silvestre y fragmenta su hábitat.

En este contexto, en las últimas semanas se ha instalado un nuevo vallado ganadero de varios centenares de metros de longitud y casi dos metros de altura en el borde norte de la carretera ZA-P-2639, al comienzo del tramo Sagallos-Codesal. Desde esta organización entendemos que esta infraestructura pretende limitar el acceso del ganado mayor a la carretera, pero las características y el diseño del vallado (altura y colocación de los cuadros metálicos en la parte inferior) limitan completamente el movimiento de vertebrados terrestres con un tamaño mayor al de una rata.

De la misma manera y como ya ocurrió el pasado domingo 10 de diciembre, este vallado cercenó los movimientos y la huida de los ungulados (ciervo, corzo y jabalí) y de los carnívoros (lobo, zorro, etc.) involucrados en una cacería organizada en la zona. Además, esta nueva barrera física que limita el cruce de fauna desde los terrenos de la Reserva de Caza de la Culebra hasta el río Tera, va a obligar a muchos animales a caminar junto al vallado buscando una salida o a permanecer más tiempo en la carretera, lo que supone un importante riesgo de accidentes de tráfico.

Por todos estos motivos, se ha solicitado información sobre esta situación a la Diputación de Zamora y se ha informado de estos hechos a la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Zamora.

Desaparición en internet de informaciones críticas

Las asociaciones Ecologistas Zamora y Ecoloxistas en Acción Galiza Atlántica e Verde denuncian ante el Colegio de Periodistas la desaparición en internet de informaciones críticas con la Confederación de Ecologistas en Acción tras abandonar la entidad

Numerosos socios de ambos colectivos han alertado de que piezas informativas publicadas inicialmente en el fin de semana en EFEVerde o La Vanguardia han desaparecido, mientras que otro medio como eldiario.es en su edición castellanoleonesa ha variado de manera torticera su versión al menos en tres ocasiones en un mismo día, sin indicar los motivos de los cambios realizados tal como sería preceptivo a nivel profesional y sin contactar con la fuente original. Esta circunstancia, sin embargo, no se ha producido en medios de carácter provincial en Zamora.


Por este motivo, tanto Ecologistas en Acción Zamora como Ecoloxistas en Acción Galiza Atlántica e Verde han decidido cursar las respectivas denuncias aportando las pruebas correspondientes a los colegios profesionales de periodistas de Castilla y León y Galicia ante la gravedad de los hechos referidos.

Ambas entidades desean expresar su profunda preocupación ante lo que a todas luces es un acto de manipulación informativa relativa a la cobertura del conflicto en el seno de Ecologistas en Acción, algo que sin duda genera confusión entre la opinión pública y ha obstaculizado de manera interesada los esfuerzos de ambas organizaciones por explicar uno de los motivos principales de su partida, como es la tibieza con la que se está tomando en el seno de la organización confederal el despliegue de macroproyectos renovables abusivos, como parques eólicos y solares.


Tanto Ecologistas Zamora como Ecoloxistas en Acción Galiza Atlántica e Verde reiteran su compromiso con la difusión de información veraz, instando en este sentido a los medios de comunicación a asumir su responsabilidad con la difusión de información fiable y objetiva, también en lo que respecta en la relación interna o externa de organizaciones ambientales. Por eso instan a los medios de comunicación a asumir su tarea de servicio público y no ceder a presiones que menoscaben la integridad de la información que la sociedad recibe.


APOYO INCONDICIONAL DESDE ZAMORA A LA ASOCIACIÓN GALLEGA (ECOLOXISTAS EN ACCIÓN GALIZA ATLÁNTICA Y VERDE).


Ecologistas Zamora quiere expresar, por otra parte, su total apoyo a la organización gallega, que está soportando una inaceptable campaña de acoso y derribo por parte de la denominada «Federación Galega de Ecoloxistas en Acción».

Conviene recordar públicamente que mientras la Federación Galega de Ecoloxistas en Acción, que ahora se autoproclama como única delegación posible de la organización central, fue creada el 12 de mayo de 2023 con NIF G13850771, y la Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza existe desde hace años, constituida en asamblea en 2019 y registrada por Resolución administrativa del 19 de junio de 2020 en la en la Sección Primera, código 2020/24153-1, y con NIF G70601091.


Esta asociación operaba desde 2019 con normalidad y sin ningún tipo de conflicto con la organización confederal hasta el momento en el que manifestó, de igual modo que se estaban manifestando un buen número de plataformas a nivel estatal, su oposición a la eólica marina. Por contra, una minoría de Ecologistas en Acción, tanto a nivel nacional como en en Galicia, decidió apoyar la eólica marina de manera decidida según manifestó en su momento Cristóbal López Pazo, actual portavoz de la que se ha dado en llamar «Federación Galega de Ecoloxistas en Acción» expresando públicamente que «nuestra postura es de sí a a la eólica marina offshore». Tal divergencia es el origen del conflicto que finalmente ha derivado en la salida de una entidad que agrupa a bastantes más de un centenar de socias y no «cinco persoas que hai tempo que deixaron o grupo galego», como falsamente se ha publicado en algunos medios.

Desde entonces, el sainete ha ido a más hasta llegar al punto en el que nos encontramos a día de hoy, en el que la Federación Galega de Ecoloxistas en Acción, con Cristóbal López al frente -también es el de responsable de prensa de Ecologistas a nivel nacional- ha recibido en varios de sus miembros una demanda judicial por violentar la sede de la Cámara Oficial Minera de Galicia en A Coruña en un incomprensible acto de imitación de organizaciones de mayor calado, ya que un grupo de miembros de la Federación, ataviados con chalecos de la Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza, irrumpieron sin autorización en la sede empresarial. Una usurpación de identidad que Ecoloxistas en Acción Galiza ya tiene denunciada.

CAPTURAS

Ecologistas en Acción Zamora y Ecoloxistas en Acción Galiza insisten en que salen de la confederación por discrepancias insalvables sobre las macro renovables

Ambas entidades niegan las mentiras y manipulaciones difundidas por responsables de la confederación de Ecologistas en Acción, durante la celebración de su 25 aniversario en Zaragoza. Estos colectivos lamentan que hayan llegado a negar, incluso, la existencia de la asociación Ecoloxistas en Acción Galiza y la de los 22 grupos comarcales que la conforman (https://ecoloxistasenaccion.fala.gal/quen-somos).

El pasado 7 de diciembre la Asociación Ecologistas en Acción Zamora y la asociación Ecoloxistas en Acción Galiza ( EcoloxistasEnAccion.org ), hicieron pública su salida de la confederación de Ecologistas en Acción por graves diferencias, centradas en el despliegue de proyectos de macro renovables, en especial sobre las eólicas marinas. Ante la repercusión mediática de esta decisión, tanto la estructura de gestión, como de comunicación de la organización confederal, lanzaron informaciones incorrectas que llevaron a la retirada de la noticia de varios medios de comunicación. Todo, a base de confundir con falsedades. Es un claro y lamentable ejemplo de la deriva en la que ha caído esta organización, más preocupada en captar fondos públicos y privados que en la defensa del territorio y la naturaleza.

La asociación Ecoloxistas en Acción Galiza existe desde 2020. Está inscrita con nº 2020/024153-1ª en el Rexistro Central de Asociacions de Galiza y se creó cuando Ecoloxistas en Acción A Coruña, trasformó su ámbito territorial, pasando de ser provincial a abarcar toda Galicia. Entonces cambió su denominación, a la actual Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza. Por tanto Ecoloxistas en Acción Galiza, forma parte de la confederación desde 2019. Su ingreso y participación en órganos confederales, desde esa fecha, queda recogido en las actas correspondientes y disponibles para cualquier medio que lo solicite. Negar estos hechos es faltar a la verdad.

En marzo de 2023, un grupo de personas de Ecoloxistas en Acción Galiza, afines o miembros de la Secretaría de la confederación y con criterios “flexibles” ante los macro proyectos de renovables terrestres y marinos, constituyeron la Federación Galega Ecoloxistas en Acción, formada por tan solo 5 grupos en toda Galicia e inscrita en el Registro desde mayo de 2023. Esta nueva entidad nada tiene que ver con la Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza.

Tanto la preexistente Asociación como la reciente Federación coexisten actualmente. La Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza ha sido sometida a un proceso en el que se la intentó forzar a que se integrara en la Federación . Es la Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza y sus 22 grupos comarcales, la que abandona la confederación por incompatibilidad de criterios sobre las macro renovables y sobre las formas de trabajo.

La Asociación basa la totalidad de su actividad en trabajo voluntario, mientras que la Federación Galega, tiene una gran dependencia del dinero que le suministra la confederación, a través de los fondos públicos y privados que capta. A pesar de no contar con presupuesto, la Asociación ha llegado a interponer hasta 80 recursos contra macro renovables, solicitando justicia gratuita, mientras que las personas promotoras de la actual Federación, en 2022, promovieron un cambio en el posicionamiento confederal de Ecologistas en Acción, en relación a la macro renovable marina u offshore, pasando de una oposición sin matices, en junio, a un sí condicionado, en diciembre. En cuanto a quienes estamos a favor y quienes en contra de las eólicas marinas veamos la declaración del actual promotor de la Federación quien era entonces vicepresidente de la Asociación, de la cual ahora niega su existencia .“”Nuestra postura es de sí a la eólica marina offshore”, apunta su coordinador (autodenominado) Cristóbal López”(1)’. Subrayamos para que no haya dudas que el subtítulo decía «Ecologistas en Acción bendice la eólica marina”.Por todo ello, la Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza, solicita a los responsables de la confederación y de la Federación que no manipulen a los medios de comunicación ni a la sociedad.

La Asociación Ecologistas en Acción de Zamora, constituida en 2018, también ha sido muy crítica con la cúpula confederal por el desamparo que han sentido ante la lucha contra las macro renovables. El momento crítico llegó cuando firmó la carta abierta dirigida al G5 (Amigos de la Tierra, Greenpeace, Ecologistas en Acción, SEO/Birdlife, WWF), en la que 200 entidades y plataformas reclamaban apoyo. A partir de ese momento, en la Federación Ecologistas en Acción de Castilla y León, de la que forman parte algunas personas de la Secretaría Confederal, ha rondado la idea de que la Asociación de Zamora fuera expulsada, aun sin la existencia de una razón que fuera expresada con claridad, lo que ha llevado a ésta a seguir el mismo camino que Galicia y dejar la confederación.

Tanto para Zamora como para Galicia, es necesaria una refundación del activismo ecologista, alejado de toda tentación que nazca del capitalismo verde, ya sea a través de entidades filantrópicas privadas, ligadas al lavado verde o, simplemente mediante la aceptación de una transición que siembra muchas dudas, tanto desde el punto de vista medioambiental como socioeconómico. Es preciso, a su vez, aceptar que la idea de un continuo crecimiento nos lleva al colapso, y que de este crecimiento participan, también, las grandes empresas vinculadas a lo renovable. Es perentorio, también, redefinir la lucha, apuntando hacia el origen sistémico del caos climático que estamos viviendo, es decir: el capitalismo.

Es necesaria una transición ecológica y la sustitución de los combustibles fósiles pero no a base de convertir extensas áreas naturales en “zonas de sacrificio” para que continúe el enriquecimiento del mismo capitalismo al que se supone que se critica. En este orden de cosas, Ecologistas en Acción de Zamora y Ecoloxistas en Acción Galiza se van, pero no abandonan su resistencia; es más, asumen esta nueva etapa con ilusión y esperan encontrar nuevas alianzas en ella.

(1)https://www.economiadigital.es/galicia/empresas/las-cofradias-ultiman-una-lluvia-de-alegaciones-contra-los-dos-parques-eolicos-marinos-de-iberdrola-en-galicia.html

Más información:

http://ecoloxistasenaccion.org

https://salvemoscabana.blogspot.com/2023/05/carta-abierta-a-las-cinco-grandes-ong-ecologistas-.html

Asociación Ecoloxistas en Acción Galiza

X ( antes Twitter ) @ecologistasgal

Ecologistas Zamora

http://ecologistaszamora.org/

X ( antes Twitter ) @EeaZamora

OTRO ECOLOGISMO POSIBLE ANTE LA FARSA DE LA COP28

Julio Fernández

La danza de la muerte, un macabro espectáculo medieval en el que de la mano de esqueletos, todas las clases sociales, representadas supuestamente por danzantes, se movían a la par, construyó un relato tan aterrador como certero de la igualdad de la condición humana frente a la muerte, en tiempos en los que la peste campaba a sus anchas y se llevaba por delante la vida de millones de personas.

No hace mucho se daba por iniciada en Dubái, con más rubor que bombo y platillo, la famosa Cumbre del Clima COP28, y entre sus ilustres participantes, al igual que sucedía en aquellas representaciones de la Edad Media, no podía faltar ningún estamento de poder, en especial los grandes centros de producción económica ‒y en consecuencia política‒. El objetivo de esta nueva danza no es luchar contra la muerte del planeta, un hecho que se certifica día a día con la desaparición a cada minuto de las más diversas especies, sino hacernos ver, al público en general, que la preocupación por el temido colapso alcanza tanto a ricos como a pobres, tanto a empresas entregadas al capitalismo puro y duro (origen y expresión máxima de la debacle climática) como a grupos con ideología supuestamente ecologista que dicen alzar la voz en contra del desmesurado consumo de petróleo pero que, sin prejuicio alguno, comparten baile con los jeques de ese preciado material de combustión.

Sin embargo, a diferencia de aquella certera danza de la muerte en la que se pretendía al mismo tiempo tomar conciencia como burlarse de los que desde lo más alto dictaban sus efímeras leyes, en esta otra de la COP28 todo es farsa y representación. Lo que menos se pretende es, precisamente, despertar la conciencia. De desear ese despertar, todas las organizaciones asistentes, o al menos las que se visten de verde, exigirían un cambio radical ahora, en este mismo momento y con premura. El planeta no puede esperar, la intervención ha de ser urgente o, sencillamente, empezaremos a pagar las consecuencias de tal forma que desearemos regresar a la Edad Media. No exagero, vean, solo vean, las cifras del aumento de la temperatura global en 2023.

No lo han hecho desde el primer minuto y no lo van a hacer, quizá porque a nadie le conviene ni tener conciencia ni que nadie la tenga. Por eso no debe sorprendernos, tampoco, que en este juego estén participando representantes ecologistas, quizá sin el consentimiento de donantes y voluntarios, que poco saben de estos tejemanejes en altas esferas; pues el ecologismo estructural, ese que se apoya en los propios gobiernos y las estructuras políticas dominantes, no puede permitirse no aparecer en la foto de la vergüenza, aún a sabiendas de que su presencia no hace sino complicar la desconfianza de la sociedad hacia ellos, y por tanto, la desconfianza hacia ecologistas que de forma honrada y valiente están luchando de verdad por un cambio de paradigma, tan vital como inaplazable y perentorio.

El ecologismo de base sabe que no le representa ese ecologismo que tan hábilmente se rodea de ilustres vendedores de crecepelo, y otros sátrapas, en medio de un paraíso (por el momento) abarrotado de lujo, pozos de petróleo y grandes capitales fluyendo de fondo en fondo de inversión, como en un juego de dados donde hay que avanzar de casilla en casilla, sin importar lo que te llevas por delante, hasta llegar a no se sabe qué lugar del futuro, porque el futuro no existe. El ecologismo de base sabe que necesitamos otro ecologismo posible, y por eso se esfuerza en tejer redes que lo protejan, no solo de quienes se empeñan en ocultar datos, desviar la atención con eventos espectaculares diversos, o acabar con activistas ‒en el peor de los casos‒, sino también protegerse de los ecologistas que dicen serlo pero que invierten todos sus esfuerzos por seguir el ritmo del baile que marcan desde arriba y, en consecuencia, invisibilizar las voces de quienes alertan sobre la farsa en la que quieren que vivamos.

Algo extraño está pasando cuando una consorte reina se atreve a sacar la palabra decrecimiento del armario, defendiendo a renombrados científicos, al tiempo que las grandes organizaciones ecologistas callan. Algo extraño está pasando, esto es evidente. Tal vez quienes manejan los datos económicos hayan comenzado a dudar, a sentir un cierto temblor en las piernas pensando la que nos puede caer encima. Algo extraño debe pasar cuando no somos capaces, desde abajo, desde los mismos territorios que más van a sufrir las consecuencias, de enfocar el problema hasta llegar al origen del mismo, con el fin de encontrar, al menos, la esperanza. Reabramos el debate, hablemos sobre esta extrañeza, pero sin representaciones falsas ni usurpación de nombres. Seamos, por fin, ecologistas.