Ecologistas Zamora alerta de los múltiples impactos ambientales y culturales derivados de la concentración parcelaria solicitada por Villardeciervos

Partiendo de una postura de máximo respeto a la opinión y a los legítimos intereses de los propietarios de parcelas en Villardeciervos, desde esta organización se considera que la concentración parcelaria solicitada para esta localidad es incompatible con la conservación de los numerosos valores culturales y naturales de una zona de alto valor ecológico y que, además, está incluida íntegramente dentro de la Reserva de la Biosfera transfronteriza Meseta Ibérica y, parcialmente, en la Red Natura 2000.

Desde un punto de vista técnico, este tipo de infraestructuras (que se siguen realizando en el noroeste de la provincia) siguen patrones de «ancha es Castilla», sin tener en cuenta las peculiaridades morfológicas del paisaje donde se aplican y llegan tarde a unas zonas donde el rendimiento agrícola es escaso. De hecho, pretenden implantarse en un término municipal, el de Villardeciervos, medio siglo después de que el éxodo rural vaciara el entorno de potenciales agricultores y ganaderos y, en un contexto donde los valores naturales son un motor importantísimo para el turismo de ocio y naturaleza. Además, la presencia del sector primario ya es casi anecdótica.

Por experiencia de lo ocurrido en una zona colindante (término municipal de Manzanal de Arriba, en Codesal), la concentración parcelaria realizada hace unos años ha generado múltiples y graves impactos. Por ejemplo, la apertura 28 nuevos kilómetros de pistas de una anchura excesiva ha ocasionado un fuerte impacto visual que es patente desde varios kilómetros de distancia, ha destruido numerosas paredes de piedra seca y, además, ha favorecido el acceso de vehículos a sitios tradicionalmente tranquilos, lo que implica el riesgo de atropellos, fragmentación del hábitat y molestias a la fauna, además de un mayor riesgo de acceso de furtivos de ciervos. En Codesal también se han destruido y fragmentado numerosas hectáreas de hábitats de interés comunitario, como las diferentes comunidades de brezales o se han retirado decenas y decenas de robles. Como consecuencia de la concentración parcelaria realizada en Codesal, muchas zonas de alto valor ecológico se han transformado completamente en repoblaciones de pinos (especies pirófitas que pueden contribuir al desarrollo de nuevos incendios forestales) que han sido valladas por empresas forestales con dinero público, generando consecuentemente fragmentación del hábitat para la fauna; muchos de estos vallados, caídos al suelo tras deteriorarse sus estacas de madera o quemados tras el incendio, permanecen sin que nadie los recoja. Todo esto sin contar los numerosos robles centenarios que fueron talados bajo una u otra excusa.

Tampoco podemos olvidar que a los múltiples impactos ambientales y visuales que pudieran ir asociados a la construcción de estas infraestructuras se sumarían a los numerosos problemas asociados a los incendios del pasado 2022, al abandono de las minas abiertas de pizarra sin restaurar en la zona o de rehabilitación de minas hacia la abierto de pizarra, o a la ya importantísima red de pistas forestales y caminos agrícolas.

Por todos estos motivos, consideramos que seguir realizando concentraciones parcelarias en zonas como Villardeciervos (extrapolable a todo el oeste zamorano), es una medida populista pero errónea, que apenas tendrá efectos prácticos en la fijación de población o respecto a rendimientos económicos y que irá asociada a numerosos impactos visuales, culturales (en la arquitectura seca) y ambientales (improcedentes en un contexto de la crisis de la biodiversidad). Por el contrario, podría ser contraproducente para una nueva cultura económica que está a surgir en el medio rural, basada en el respeto al medio ambiente.

Fotos propias: Camino de concentración en un hábitat de interés comunitario en la Sierra de la Culebra

Nota de Prensa enviada a los medios el 12 de marzo de 2024