
Algunos vallados ya instalados la Culebra limitan el movimiento de los grandes ungulados y favorecen los accidentes en carretera. Esta asociación ha pedido explicaciones a la Diputación al comprobar que no fueron autorizados por Medio Ambiente.
La Diputación de Zamora, ha concedido a través del Área de Agricultura y Ganadería, subvenciones dirigidas a los Ayuntamientos de la provincia para la instalación o reparación de cercados ganaderos en parcelas comunales, que recordemos son terrenos de uso vecinal independientemente de quien ostente la propiedad, lo cual significa que todos los vecinos tienen derecho a su disfrute y no solo los ganaderos a los que se adjudican los terrenos para que puedan recibir las ayudas de la PAC.
Estas nuevas infraestructuras fijas de vallados generan una barrera para la movilidad de la fauna autóctona, alteran hábitats de interés comunitario dentro de la Red Natura 2000, e impiden que otros vecinos de la localidad puedan ejercer legítimo uso de esos terrenos.
En esta misma línea de subvenciones, la Diputación de Zamora concedió hace meses ayudas a algunos ayuntamientos de la Sierra de la Culebra para la instalación de vallados ganaderos en los bordes de las carreteras, con consecuencias visibles en los propios vallados donde se pueden visualizar los golpes de la fauna contra las vallas. Ecologistas Zamora pidió explicaciones a la Junta de Castilla y León sobre alguno de estos vallados y la respuesta fue que no estaban autorizados. Estamos hablando, en consecuencia, de una situación incongruente puesto que cómo es lógico, estos vallados afectan al medio ambiente y deben ser autorizados por la institución competente, más cuando su creación acarrea claros riesgos ya que cuando los grupos de ciervos o los jabalíes intentan cruzar la carretera y se encuentran con un vallado, atraviesan de nuevo la carretera y están más expuestos a los accidentes de tráfico con los vehículos que circulan por la zona.
Una de las razones que argumenta la Diputación para instalar vallados ganaderos, es evitar el contacto entre la fauna silvestre y el ganado extensivo y evitar así, epizootias. En la provincia de Zamora el control biológico de las enfermedades de los ungulados silvestres lo realizan los lobos, una especie que sigue siendo gestionada con argumentos electoralistas y en un modelo de gestión que desaprovecha sus funciones ecosistémicas como el control sanitario y numérico de los ungulados silvestres. Como han demostrado algunos trabajos científicos, la salud de la ganadería extensiva se ve favorecida por la presencia de depredadores, que eliminan a los ciervos, corzos o jabalíes que están enfermos (potenciales transmisores de enfermedades al ganado).
La defensa de un modelo de ganadería tradicional y en movimiento no es compatible con cientos de kilómetros de cercados, pero sí con la pervivencia del lobo, el cual es imprescindible para la buena salud de este tipo de ganadería.